COMO ELEGIR TAROTISTA

A la hora de tener que elegir un lector de cartas que nos pueda guiar o ayudar correctamente en nuestros problemas o dudas, deberemos tener en cuenta lo siguiente:

• LA RECOMENDACION: Lo mejores elegir un Tarotista por recomendación de amigo o familiar, principalmente de aquellas personas que consideremos "equlibradas" tanto en ideas, como en opiniones. Recordemos que una persona demasiado "crédula", tal vez no nos sirva de ayuda.
• LA PUBLICIDAD: Aquí es un poco más complicado el tema, pero deberá servir a la hora de elegir, aquella persona que no prometa cosas imposibles o soluciones rápidas a grandes problemas. Evitar personas con publicidades pomposas o grandilocuentes es lo aconsejable, puesto que la capacidad no depende del disfraz o del escenario.
• EL SEXO DEL TAROTISTA: A la hora de hacer bien la lectura, poco importa si es hecha por hombre o mujer, sirviendo ambos por igual y dependiendo del desarrollo de sus propias capacidades en este tema. La elección del sexo puede decantarse sobre aquél con el cual pueda o crea sentirse mas "cómoda/o" a la hora de hablar sobre cuestiones personales. Pero recuerde que es más probable que una mujer entienda mejor sobre mentalidades femeninas y un hombre sobre masculinas, a la hora de preguntar por terceros (aunque obtengamos la misma respuesta).
• EL PRECIO DE LA CONSULTA: Más allá de sus posibilidades económicas, debe considerar que no siempre lo más caro es lo mejor. Existen personas que lo hacen gratuitamente o a voluntad y son excelentes tarotistas y otras que cobran precios exagerados y son unos farsantes. Nunca gaste mucho en una persona que no esté recomendada por un allegado de confianza. Si carecemos de referencias, probaremos con alguien que cobre algo que nos parezca "razonable".

Es bueno destacar que más allá de las capacidades de nuestro lector de ocasión, pesa también nuestro grado de "aceptación" de nuestra responsabilidad en lo que nos pasa en la vida.

Para terminar, debe tener en claro que la valoración de un Tarotista es una experiencia totalmente personal, y que, indefectiblemente, luego de haberla tenido y al cabo de un tiempo, podremos tener una opinión formada al respecto.