A la hora de colocarnos "frente" a un tarotista, es bueno tener en cuaenta los siguientes puntos:
- Preguntar, al solicitar el turno, la duración aproximada de la consulta, para conocer el tiempo que disponemos y organizar nuestra participación.
- Ser Puntual: llegar a la hora convenida permitirá que todo se desarrolle con calma y sin prisas, dentro del tiempo previsto por el tarotista.
- Llevar escrito un listado de preguntas a realizar: Recordar que "A preguntas concretas, respuestas claras". La cantidad de las mismas dependerá del tiempo disponible.
- Anotar lo que se nos dice de manera clara y con la mayor rapidez posible para no demorar la tirada.
- Mantener una actitud abierta y participativa. La lectura de cartas es, básicamente, un intercambio de información entre dos personas, que debe beneficiar claramente al consultante.
- Tener que claro que las predicciones obtenidas deben "corroborarse" en su cumplimiento futuro y "utilizarse" en provecho propio.
- Será propicio mantener una posición equilibrada ante los vaticinios (sean favorables o no) para poder determinar los pasos a seguir ante los hechos anunciados, evitando todo tipo de fatalismo.
- No adoptar actitudes enojosas con el tarotista "sólo" porque no nos dice lo que "queremos" escuchar. Si es una persona honesta y tiene capacidades, nos dirá objetivamente su visión de tu situación, aunque ésta pueda llegar a ser totalmente diferente de tu percepción actual, tus expectativas, o deseos de realización.
- Cumplido el tiempo acordado, cesar de preguntar y permitir que el tarotista "redondee" lo que ha visto y finalice la sesión.. Abonar lo estipulado y partir con la esperanza de que todo lo escuchado, nos permita mejorar nuestra situación y la de las personas que nos rodean.